Se vino para arriba como loco
como el humo, como el agua, como el yuyo
como la luz, el pájaro o el grito.
Se vino como el vino para arriba
como el amor el sexo o la palabra.
Se vino para arriba y ahí arriba
nos dejó su almita en un acorde
en una mueca, en una mano abierta
y una vez vacío se dió vuelta
y se vino abajo despacito.
Se vino como el vino para abajo
como el humo, como el agua, como el yuyo